viernes, 7 de febrero de 2014

¿Por qué tengo hambre?

Cuando es hora de comer, comemos y también lo hacemos al pasar por un horno y oler el pan recién hecho, después de ver ese alimento tan apetecible en la tele... en definitiva, no solo comemos cuando el cuerpo lo necesita, en algunas ocasiones comemos sin pensar. Son responsables de este comportamiento distintos elementos olfativos o visuales, o ciertos estados emocionales.
Para evitar el aumento de peso debemos conocer e identificar esos condicionantes que nos llevan a consumir alimentos en exceso.
El hambre se puede clasificar en 7 tipos distintos:
1.- Hambre por la vista.
Este tipo de hambre aparece cuando vemos un anuncio, la foto en un menú.. Es difícil combatir con el hambre por la vista, nos atraen los colores y el aspecto del alimento.
2.- Hambre por el olor.
Es el hambre que nos surge al pasar por una pastelería o por una cafetería, cuando entramos al cine y nos invade el aroma a palomitas. El olor nos anticipa el sabor y nos evoca recuerdos del placer de comer.
3.- Hambre por la boca.
¿Quién no ha dicho? "Se me hace la boca agua" al ver llegar al camarero. Este tipo de hambre que predomina en aquellas personas a las que les gusta probar nuevos sabores y texturas.
4.- Hambre por el estómago.
Es el hambre que experimentamos cuando un sentimos el estómago vacío y que nos lleva a darnos atracones (comer mucho en un corto espacio de tiempo) para llenar ese "hueco". Está muy relacionada con el nerviosismo, estrés o ansiedad.
5.- Hambre por el cuerpo o celular.
Es el hambre instintiva, aparece cuando el organismo tiene carencia de energía y nos pide alimentos muy concretos para cubrir esa necesidad. Ocurre también después de hacer ejercicio o en un día caluroso, el cuerpo necesita hidratarse y aumenta la sed.
6.- Hambre por la mente.
Este hambre responde a pensamientos o conductas adquiridas "ya son las dos, vamos a comer", "¿acompañamos la peli con unas palomitas?"
7.- Hambre por el corazón.
Es el hambre que se ve influida por los cambios en el estado de ánimo. Nos conduce a restablecer nuestro bienestar mediante el consumo de ciertos alimentos que nos recuerden momentos felices

Ahora ya sabemos qué nos lleva a comer y podemos distinguir si el hambre es por necesidad (hambre por el cuerpo) o si responde a otro elemento, y así decidir si es realmente necesario comernos lo que tenemos en la mano.

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