miércoles, 23 de julio de 2014

Consejos para congelar alimentos


Hoy en día es muy habitual consumir alimentos congelados. Esto nos permite hacer compras más grandes y disponer de todo tipo de productos en casa. Los congelados poseen prácticamente las mismas cualidades nutricionales que los frescos, manteniéndose su valor nutritivo. Sin embargo, debemos tener en cuenta algunos aspectos para que el proceso de congelado y descongelado se haga en unas condiciones de seguridad óptimas y evitemos así riesgos de toxiinfeccion alimentaria

La cadena de frío

Es muy importante no romper la cadena de frío de los alimentos.Como nos dicen los nutricionistas,nada más fácil que dejar para el final la compra de los productos congelados. El segundo paso es almacenarlos en bolsas especiales isotérmicas para evitar, en lo posible, que se produzcan cambios en su temperatura inicial. Y, por último, “no hay que retrasar la llegada a casa después de comprar estos productos, ya que pueden calentarse, lo que propicia que se multipliquen en ellos los microorganismos.

¿Qué alimentos se pueden congelar y cuáles no?

Gracias a los grandes avances de la tecnología alimentaria la lista de alimentos que se pueden congelar es amplísima: desde pasteles esponjosos, fruta fresca e incluso menús completos. Por ello es que más práctico detallar los que es desaconsejable congelar.
Según expertos, no se deben congelar aquellos alimentos que ya han sido descongelados (hacerlo aumenta las posibilidades de intoxicaciones alimentarias).Y, de forma más específica, productos como la lechuga (y demás preparaciones), los champiñones, las bayas, alimentos grasos como la nata y algunas salsas, las patatas o la pasta…, ya que “las bajas temperaturas pueden alterar su estructura natural. Estos productos forman cristales de hielo, lo que produciría la rotura de sus membranas celulares y la inutilización del alimento.
Otra cosa bien distinta son los procesos que utiliza la industria alimentaria, que con una serie de técnicas específicas pueden proteger la integridad del alimento, sin que suponga efectos negativos en términos de seguridad”.
Algunos ejemplos prácticos de como preparar alimentos congelados./
El marisco es preferible congelarlo una vez cocido. Si se quiere congelar los crustáceos frescos habrá que quitarles la cabeza.
El pescado siempre habrá que limpiarlo antes de meterlo en el congelador. Fíjate en que estén descamados, sin las tripas y sin la cabeza. Lávalo, sécalo con papel absorbente y envuélvelo en film plástico o de aluminio.
A la carne se le quitan las partes no comestibles (patas, huesos, grasa visible…), se corta en rodajas, filetes o trozos y se envuelve en raciones con film transparente.
Algunos trucos de clasificación de alimentos congelados
Cuando se congelan varios filetes de carne o de pescado juntos se recomienda poner una lámina de papel plástico o metálico entre ellos para que no se peguen entre sí y se puedan separar con facilidad.
Es recomendable anotar lo que contienen los paquetes que has preparado y poner la fecha en el envase. Una vez esté todo congelado te será más difícil identificar los alimentos y acordarte de cuánto tiempo llevan ahí..

Espero que estos pequeños trucos os hayan servido.
En mydietplan todos los alimentos que se realizan pasan un escrupuloso control de calidad, y la cadena de frío se mantiene constante desde que sale de la cocinas para el reparto hasta su entrega al cliente.













Noticia de WEbconsultas.com







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